El informe PISA 2009 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide cómo manejan los chicos de 15 años de 65 países sus conocimientos en lectura, matemáticas y ciencias, vuelve a dejar en evidencia que España no consigue alcanzar la media de los países desarrollados, a pesar de haber recuperado el bajón de 20 puntos que registró en el informe anterior. Los alumnos españoles de 15 años han tenido en lectura (destreza en la que se centra esta vez el examen) de media 481 puntos (en 2006, fueron 461), frente a los 493 de la media de la OCDE. Con respecto a la media en 2000, año en que esta prueba internacional que se celebra cada tres años también se centró en la lectura, España baja 12 puntos, mientras que la media de la OCDE ha descendido 7.
Quizá, según distintos expertos y el Ministerio de Educación, la distancia que separa a España de la media de la OCDE y de países como EE UU o Francia es estadísticamente muy pequeña, pero el hecho es que el sistema español lleva estancado a esa distancia al menos una década, desde que se publicó el primer informe PISA en 2000 (hubo otros dos en 2003 y 2007).